domingo, 23 de enero de 2011

Del Compost

Proceso de formación de un montón de compost aeróbicamente controlado
Una trituradora es fundamental para hacer un montón de compost aeróbico. Un correcto triturado consigue que las bacterias descomponedoras puedan actuar rápidamente





Al seleccionar los materiales no debemos olvidar siempre respetar la proporción de 30:1 Carbono/Nitrógeno. Aquí os adjunto una lista de los materiales más comúnmente usados. En este modelo de compostaje la incorporación de un 10% de estiércol fresco, a ser posible de ganadería extensiva libre de antibióticos, es imprescindible.




Otro elemento imprescindible es la arcilla, cuanto mejor calidad tenga mejor para la formación del complejo arcillo-húmico, que se produce en las 2 últimas semanas de formación del compost. Un 10% del volumen total es suficiente.



Una vez seleccionado los materiales y agrupados alrededor del lugar donde vamos a hacer el montón de compost procedemos a poner una primera capa de material leñoso. Las capas de diferentes materiales se irán superponiendo, respetando unas medidas de 1,50 mts. de ancho por 1,50 mts. de alto,  siendo el largo el que nos interese para incorporar todos los materiales. Si el montón es mayor de ancho y alto de lo indicado la temperatura subirá excesivamente en el interior, y será difícil de voltear, y si es menor no tendrá la suficiente carga térmica para mantener la temperatura correcta.


Hay que controlar la humedad del montón. Si es demasiado alta el compost de ahoga y comienzan procesos de anaerobiosis, y si es muy baja se secará. En cualquiera de los dos casos la descomposición aerobia se parará. Una buena forma práctica de comprobar la humedad es cogiendo un puñado de compost y apretarlo fuertemente, acercándolo a la oreja. Si está demasiado húmedo oiremos el agua, y escurrirá de nuestra mano. Si la mano queda limpia con franjas manchadas la humedad será la correcta, aunque la experiencia nos indicará, con el tiempo, como manejar adecuadamente el agua.








La incorporación de polvo de roca aporta oligoelementos indispensables. En las canteras podemos encontrar polvo resultante del enfriamiento de las cintas pulidoras, que suele estar mezclado con agua. Además, su microscopía favorece la formación de aglomerados con la participación de los microorganismos aeróbicos.









Una vez alcanzado el tamaño adecuado comenzamos a voltear el montón para homogeneizar los materiales. Una vez hacia un lado y otra vez hacia el otro debería ser suficiente.






El último paso es proteger nuestro montón. Las mallas de material Geotextil ofrecen una amplia gama de materiales. Son fibras no tejidas, que permiten la transpiración pero no la entrada de agua de lluvia.



A partir de 12 horas el montón comienza un proceso termófilo de aumento de la temperatura. Debe alcanzar los 65º para que los patógenos y las semillas de hierbas se eliminen. Pero hay que controlar que no suba de esta cifra, o también se quemarían las bacterias nitrificantes.



Al voltear tenemos que ser cuidadosos para trasladar la parte exterior al interior y viceversa. Hacerlo por franjas de 30 ó 40 cms. nos ayudará a controlar mejor el resultado.
La 1ª semana la temperatura irá bajando desde los 65º hasta los 50 ó 55º, y voltearemos cada día. El CO2 no deberá subir de 18%. La 2ª semana bajará de 55º hasta 40º, y el CO2 estará sobre un 15%. Volteamos cada 2 días. La 3ª semana deberá estar entre los 30/40º, y el CO2 no subir del 10%. Volteamos cada 3 días. La 4ª la temperatura deberá estar sobre los 30º y el CO2 no subir del 5%, y volteamos cada 4 días. La 5ª semana estará en 25/30º, y el CO2 casi indetectable. Volteamos cada 5 días, y la 6ª semana la temperatura se estabilizará en los 25º sin CO2. El compost estará listo para ser usado.


Hasta el 10º día podemos incorporar los restos de la cocina o añadir algún elemento que haya sido más escaso. A partir de ese día ya no se pueden añadir más materiales.




La maceración de ortiga aporta minerales que nos ayudarán a subir la temperatura, en caso de que el montón no se haya activado correctamente.


El montón debe ser hecho en una zona protegida del viento y el sol, y evitando que la lluvia pueda provocar encharcamientos.

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