martes, 12 de julio de 2011

Del Té de Compost

El Té de Compost es el resultado de airear en una solución acuosa una cantidad determinada de compost de alta calidad durante un espacio de tiempo. La forma de aplicación es principalmente por vía foliar, ya que al ser una amalgama de bacterias aeróbicas benéficas los resultados son casi inmediatos. Por esto también es importante la calidad del compost utilizado o el agua, que no contenga cloro.


En nuestro caso, preparamos primero las maceraciones de las distintas plantas que vamos a utilizar. Lo habitual es usar Ortiga (Urtica dioica), Cola de Caballo (Equisetum mayor), Tomillo (Thymus vulgaris) y Milenrama (Aquillea millefolium). Cuando hay abundancia también utilizamos Helecho común (Pteridium aquilinum) y ahora hemos sembrado Consuelda (Symphytum officinale), porque las dos son plantas también muy interesantes por sus propiedades fertilizantes y reforzantes. En general, las hierbas aportan minerales imprescindibles para prevenir ataques fúngicos (Sílice en la Cola de caballo) o fertilizantes (Nitrógeno en la Ortiga). Además la mezcla de todas ellas creo que refuerza la actividad enzimática del té, mejorando al mismo tiempo la resistencia de las plantas a cualquier estrés.



La preparación del Té precisa de un proceso de aireación con un diámetro muy preciso de las burbujas de aire. Se pueden encontrar en el mercado distintos modelos, aunque nosotros tenemos acceso a una máquina estándar de la firma Growing System, y es la que usamos habitualmente. Tiene una membrana difusora en la base, una bomba incorporada en la parte superior, y una tapa donde va el filtro que incorpora el compost, con una piedra aireadora que se coloca dentro del compost para evitar procesos anaerobióticos.

 Lo siguiente es decantar con cuidado las hierbas para incorporar el líquido resultante a la máquina aireadora. Con las cuatro maceraciones conseguimos cerca de 70 litros, y el resto del volumen de la máquina lo completamos con agua de buena calidad.
Una vez la máquina llena de la mezcla de agua y maceraciones vamos a llenar el filtro superior con el compost. No es necesario tamizarlo mucho, solo eliminaremos los componentes más gruesos. El resto estará lleno de bacterias que necesitamos incorporar en nuestro Té.

Por último, ajustamos el filtro lleno de compost en la entretapa superior, quedando inmerso en la solución acuosa, conectamos la piedra del filtro a la bomba y dejamos aireando todo durante un tiempo mínimo de 24 horas.





El Té de Compost confiere resistencia a los cultivos y previene la mayoría de los problemas habituales, además de su reconocida capacidad fertilizante. Dado que en aplicación foliar la dilución recomendada es 80:1, siendo 80 los litros de agua utilizados por cada litro de té, y debido a que en nuestra mezcla incluimos las distintas hierbas, la mezcla final que hacemos es de un 1% de cada producto utilizado en la mezcla aireada, esto es, si usamos compost mas 4 hierbas distintas pondremos un 5%, osea 5 litros de la mezcla por cada 100 litros de agua.

viernes, 4 de marzo de 2011

Zafra 2 de marzo




Las plantas del género Proteácea se caracterizan por su vigor y por ser muy poco exigentes en nutrientes, lo que puede ocasionar problemas con hongos fitopatógenos en suelos con elevada cantidad de materia orgánica, como lo son, en general, los suelos de la isla de La Palma. Con una poda correcta se evitan problemas fúngicos, al mismo tiempo que se favorece la formación de tallos de gran porte.
En nuestro caso, las variedades que cultivamos son del género Leucoespermun, variedades Sucession II (flor roja) y High Gold (flor amarilla),


Los tallos, una vez cortados, se clasifican por calibres (tamaños), que en el caso de la variedad Sucession II este año van desde los 35 cms. hasta los 100 cms. 


La media de tamaño que conseguimos con el método ecológico suele estar por encima de la media de la cooperativa, aún siendo cerca de 70 socios productores. Los costes de producción, en cambio, son mucho menores, lo que nos deja un "colchón" de rentabilidad bastante amplio.



                        Una vez cortadas y clasificadas, las flores se enraman por calibres, en grupos de 5 flores. Luego se encajan y se llevan a la cooperativa Próteas de La Palma, de donde salen hacia diferentes destinos. En nuestro caso, principalmente el mercado de flores de Aalsmeer, en Holanda


Esta es la variedad High Gold. Esta cosecha los calibres útiles van desde los 40 cms. hasta los 100 cms. Esto puede ocasionar, en el caso de que no hayan crecido lo suficiente, que una parte importante de la producción se quede en el campo. En nuestro caso tenemos una media cercana a los 60 cms., lo que hará que no tengamos apenas pérdidas.


Aquí se puede apreciar como, gracias a una correcta poda de formación durante los primeros años, las plantas han crecido de forma uniforme, lo que facilita mucho el trabajo de la cosecha.



Las flores cosechadas durante dos días, preparadas por calibres y enramadas, listas para ser introducidas en cajas para su envío a Aalsmeer.

  


De un envío de 2.100 tallos solamente hemos cosechado una caja de 35 cms., en total 100 tallos. Etiquetadas con el sello del CRAE canario, en 24 horas estarán siendo subastadas y listas para su distribución por Europa.



miércoles, 23 de febrero de 2011

De la poda de formación

La poda de formación en los 2 primeros años es muy importante que se haga correctamente, buscando una forma de tazón que nos permita el paso del aire por dentro y por debajo de la planta, lo que evitará problemas fúngicos. Asimismo, todos los brotes nuevos, futuras flores, recibirán la misma insolación, con lo que el crecimiento será recto y similar en toda la planta. Además, con el paso de los años las ramas más bajas se habrán elevado, sin tocar el suelo, lo que nos permitirá desbrozar cómodamente alrededor de nuestras plantas.




Durante el primer año a partir de la plantación hemos dejado las plantas crecer sin podarlas, permitiendo que se desarrollen con toda su fuerza. A pesar de solo tener un año de vida han crecido con mucho vigor, dando bastantes buenos tallos que ahora nos servirán, tras la poda, como portadores de las flores del 2º año.


Las planta han crecido fuertes y vigorosas, sin problemas a pesar de las abundantes hierbas con las que han compartido el terreno.

Aún siendo plantas jóvenes, el hecho de haber crecido bien alimentadas y sin estrés debido a podas tempranas o heridas les ha permitido fortalecerse mucho, lo que permitirá que los nuevos brotes que surjan tras la poda crezcan mucho mejor que los tallos forzados de plantas de 1 año.
El primer paso es desherbar manualmente alrededor del tallo. Lo siguiente es ver la planta de forma global, no tallo a tallo, sino pensando en qué forma queremos darle. La forma de tazón es la que yo prefiero, me permite manejar todos los portadores a la misma altura, lo que facilita que los tallos crezcan de un tamaño similar, sin desequilibrios ni competencia de luz o nutrientes.





En este caso hemos dejado estos dos tallos porque están casi a punto de ser cosechados. Lo mejor en el primer año es eliminar todas las flores antes de que se abran, así no las forzamos tanto.

Hay que tener en cuenta que cuanto antes se haga esta primera poda, sobre tallos de 1 año, más tiempo tendrán los nuevos tallos para crecer.




Otros ejemplos de plantas de 1 año, y su forma una vez podadas:







       
    

lunes, 7 de febrero de 2011

Zafra 7 de febrero





Hoy ha amanecido un día primaveral, bastante soleado. Es de esperar que a partir de ahora el sol se mantenga, lo que hará que las flores se abran mas deprisa.



Esta cosecha promete ser muy buena, con muchos tallos de buen calibre, y casi absoluta falta de enfermedades que resaltar.

 

Una vez recogidas y clasificadas por calibres, 40, 50, 60, 70, 80, 90 y hasta 100 cms., las flores son envasadas en cajas para su entrega en la cooperativa, de donde salen directamente hacia el mercado europeo o japones. 


             

Nuestras flores llegan al mercado de flores de Aalsmeer, en Holanda, con el sello que las identifica como ecologicas.





domingo, 23 de enero de 2011

Del Compost

Proceso de formación de un montón de compost aeróbicamente controlado
Una trituradora es fundamental para hacer un montón de compost aeróbico. Un correcto triturado consigue que las bacterias descomponedoras puedan actuar rápidamente





Al seleccionar los materiales no debemos olvidar siempre respetar la proporción de 30:1 Carbono/Nitrógeno. Aquí os adjunto una lista de los materiales más comúnmente usados. En este modelo de compostaje la incorporación de un 10% de estiércol fresco, a ser posible de ganadería extensiva libre de antibióticos, es imprescindible.




Otro elemento imprescindible es la arcilla, cuanto mejor calidad tenga mejor para la formación del complejo arcillo-húmico, que se produce en las 2 últimas semanas de formación del compost. Un 10% del volumen total es suficiente.



Una vez seleccionado los materiales y agrupados alrededor del lugar donde vamos a hacer el montón de compost procedemos a poner una primera capa de material leñoso. Las capas de diferentes materiales se irán superponiendo, respetando unas medidas de 1,50 mts. de ancho por 1,50 mts. de alto,  siendo el largo el que nos interese para incorporar todos los materiales. Si el montón es mayor de ancho y alto de lo indicado la temperatura subirá excesivamente en el interior, y será difícil de voltear, y si es menor no tendrá la suficiente carga térmica para mantener la temperatura correcta.


Hay que controlar la humedad del montón. Si es demasiado alta el compost de ahoga y comienzan procesos de anaerobiosis, y si es muy baja se secará. En cualquiera de los dos casos la descomposición aerobia se parará. Una buena forma práctica de comprobar la humedad es cogiendo un puñado de compost y apretarlo fuertemente, acercándolo a la oreja. Si está demasiado húmedo oiremos el agua, y escurrirá de nuestra mano. Si la mano queda limpia con franjas manchadas la humedad será la correcta, aunque la experiencia nos indicará, con el tiempo, como manejar adecuadamente el agua.








La incorporación de polvo de roca aporta oligoelementos indispensables. En las canteras podemos encontrar polvo resultante del enfriamiento de las cintas pulidoras, que suele estar mezclado con agua. Además, su microscopía favorece la formación de aglomerados con la participación de los microorganismos aeróbicos.









Una vez alcanzado el tamaño adecuado comenzamos a voltear el montón para homogeneizar los materiales. Una vez hacia un lado y otra vez hacia el otro debería ser suficiente.






El último paso es proteger nuestro montón. Las mallas de material Geotextil ofrecen una amplia gama de materiales. Son fibras no tejidas, que permiten la transpiración pero no la entrada de agua de lluvia.



A partir de 12 horas el montón comienza un proceso termófilo de aumento de la temperatura. Debe alcanzar los 65º para que los patógenos y las semillas de hierbas se eliminen. Pero hay que controlar que no suba de esta cifra, o también se quemarían las bacterias nitrificantes.



Al voltear tenemos que ser cuidadosos para trasladar la parte exterior al interior y viceversa. Hacerlo por franjas de 30 ó 40 cms. nos ayudará a controlar mejor el resultado.
La 1ª semana la temperatura irá bajando desde los 65º hasta los 50 ó 55º, y voltearemos cada día. El CO2 no deberá subir de 18%. La 2ª semana bajará de 55º hasta 40º, y el CO2 estará sobre un 15%. Volteamos cada 2 días. La 3ª semana deberá estar entre los 30/40º, y el CO2 no subir del 10%. Volteamos cada 3 días. La 4ª la temperatura deberá estar sobre los 30º y el CO2 no subir del 5%, y volteamos cada 4 días. La 5ª semana estará en 25/30º, y el CO2 casi indetectable. Volteamos cada 5 días, y la 6ª semana la temperatura se estabilizará en los 25º sin CO2. El compost estará listo para ser usado.


Hasta el 10º día podemos incorporar los restos de la cocina o añadir algún elemento que haya sido más escaso. A partir de ese día ya no se pueden añadir más materiales.




La maceración de ortiga aporta minerales que nos ayudarán a subir la temperatura, en caso de que el montón no se haya activado correctamente.


El montón debe ser hecho en una zona protegida del viento y el sol, y evitando que la lluvia pueda provocar encharcamientos.